Preguntas que hacen historia
Preguntas que hacen historia
En este esperado libro, la periodista reúne sus más destacadas entrevistas donde desnuda a los personajes que han protagonizado la historia de Chile en los últimos 40 años.
Desde Salvador Allende hasta Sebastián Piñera, el Cardenal Raúl Silva Henríquez, el obispo Camus, el general Prats, Pinochet, Jaime Guzmán, Gladys Marín, Manuel Contreras, Cardoen, Yuraszeck, son entre muchas otras las voces que dan forma a este libro.
Presidentes de Chile, miembros de la Corte Suprema, jerarcas de la Iglesia, líderes empresariales, políticos, y responsables de violaciones a los Derechos Humanos son parte de este caleidoscopio de la historia reciente de Chile.
Raquel Correa, dice Carlos Peña en el prólogo de este libro, es capaz de retratar a un entrevistado con una breve frase o asomarse a su intimidad con apenas con un detalle. «Sueña mucho, jamás sueños hermosos», dice por ejemplo, de Jaime Guzmán. Es difícil describir mejor a esos personajes con tal economía de estilo y con frases a las que el tiempo daría un significado especial, comenta Peña. «Todos añoraron ser entrevistados por ella; pero lo más probable es que luego, al leer la entrevista, quedaran levemente arrepentidos, y es que en cada una de sus entrevistas, incluso en las aparentemente más políticas, lo que acaba asomando es la persona detrás del cargo: la superficialidad del almirante Merino (sin el aura del poder sus comentarios suenan simplemente tontos); el aspecto rubicundo de Contreras (la maldad disfrazada de hombre común y corriente); la inofensiva egolatría de Valdés (siempre certificando las virtudes ajenas y añorando una presidencia que nunca llegó); la calculada ira de Lagos (un dedo ensayado una y mil veces)».
Esta antología de Raquel Correa publicada por Editorial Catalonia permite apreciar las virtudes del buen periodismo y de la entrevista como su principal herramienta. A su vez, resulta un documento indispensable para comprender la historia. Como explica el rector de la UDP, «al preocuparse, ante todo, de los grandes períodos de tiempo,la narración histórica dota a las personas de carne y hueso de un perfil que, con toda seguridad, no poseyeron en el día a día de su quehacer. El peor político aparece como estadista; el fabricante de armas como filántropo; el superficial como humorista; el oportunista como estratega; el audaz como emprendedor; el asesino como víctima; el intelectual como un místico. Hasta que el periodismo deshace el hechizo. Y cumple su papel de antídoto contra esa inevitable mistificación que la historia realiza».